Hola de nuevo desde Ecuador!
Quito es una ciudad fascinante, llena de contrastes y lugares por descubrir. Como ya os dije, es una ciudad para recorrer sin prisas… sus cuestas tampoco dejarían ir mucho más rápido…
Su centro histórico es para dejarse llevar, recorrer sus calles sin rumbo, observar con calma su amalgama de gentes, disfrutar de sus casonas, palacios, iglesias y monasterios… en definitiva, dejar que la ciudad te empape.
Si queréis disfrutar de su vida, lo mejor es hacerlo entre semana. Porque el domingo por la mañana, parece otra! Apenas hay gente y es como descubrir una ciudad distinta! Es el momento ideal para deleitarse con su arquitectura… para redescubrirla.
Nosotros hasta ayer, no pudimos contemplar el majestuoso Pichincha que domina la ciudad. Es un volcán dormido, que ojalá no despierte… por el bien de esta coqueta ciudad.
Pero si pensáis que Quito sólo es una ciudad colonial, os equivocais! La zona moderna no tiene nada que envidiar a cualquier ciudad europea, ni en edificios ni en oferta comercial.
Quito es un país caro. Desde hace unos años, su moneda oficial es el dólar, lo que hace que sus precios sean muy parecidos a los de España, incluso más caros en determinados aspectos!
Prometo compartir nuestro diario de viaje si os interesa… pero ahora toca decir adiós a Quito… continúa nuestra aventura!