En este momento estás viendo Primer diario de viaje

Primer diario de viaje

Buenas… días, tardes, noches, ni idea… Aquí ahora mismo está amaneciendo, allí es media tarde…

Nuestra primera parada de la aventura familiar, ha sido Quito, capital de Ecuador.

Llegar fue un tanto odisea, no por las horas de vuelo o por entretener a las peques (se portaron genial!), sino porque nuestro vuelo que salía de Madrid, Avianca lo retrasó… no mucho, pero lo suficiente para que perdieramos la conexión y nos tocará pasar 6h en el aeropuerto de Bogotá… cuando por fin llegamos a nuestro alojamiento en Quito, éramos piltrafillas humanas…

En el aeropuerto de Barajas

Quito es una ciudad que me ha sorprendido muchísimo. Tiene unas cuestas impresionantes!

Y es que está en medio de dos cordilleras de montañas, rodeada por volcanes y con muchísimas casas!

Vista desde el Panecillo

De hecho su significado quiere decir “tierra en la mitad del mundo”.

Es una ciudad para conocer sin prisas, de hecho con el soroche o mal de altura, resulta imposible! En nuestro caso los papis estamos con pastillas por el dichoso soroche…

Su casco histórico, es una maravilla! Tanto que fue junto con Cracovia, las primeras ciudades declaradas Patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Durante mucho tiempo, fue capital del imperio Inca junto con Cuzco, pero queda poco de ese legado.

Principalmente es un casco histórico colonial, con unas iglesias increíbles y casas coloniales preciosas. Así como conventos y plazas típicamente coloniales. Lo dicho, una ciudad para conocer con calma y dejándote empapar por su cultura y mestizaje.

Pero sin lugar a dudas, lo que más me gusta de viajar, es ver las peculiaridades de las gentes que habitan cada lugar. Y en eso Quito, es muy rico.

El otro día, cerraron el Centro histórico de Quito porque estaba de visita el vicepresidente de Estados Unidos… perdona? Por una persona, se cierra todo el centro al resto del mundo??? Algo para nosotros totalmente inexplicable, ellos lo aceptan y ven normal… sin palabras!

Pero también recorrer sus calles, es volver al pasado, oficios como los limpiadores de calzado aquí siguen vigentes. Y hay muchísimas personas vendiendo de todooo por las calles, algo que llama mucho la atención a nuestra hija mayor.

Sin lugar a dudas, creo que estamos consiguiendo uno de los objetivos del viaje, el que sea algo inolvidable para mí hija mayor, que se dé cuenta de la vida y problemas que hay en el mundo, y abrir su mente y corazón a la diversidad cultural y social.

La pobre anda preocupada porque ve a muchos pobres y no entiendeque haya gente viviendo en la calle mientras hay casas vacías…

Seguiremos contando…

Deja una respuesta