Hoy os dejo una reflexión “Me pregunto a dónde huyen las madres que están aisladas con sus hijos. Qué confín del hogar queda para ellas. No para la que atiende, la que entretiene, la que limpia, la que cocina, la que enseña, la que prepara, la que ordena, la que recoge, la que contesta, la que manda, la que lava, la que programa la videollamada para una hora, la que dice a lavarse los dientes, la que se ocupa y se preocupa de todo, la que se encarga y la que carga. Sino para la mujeres que hay debajo de toda esa montaña. Las que fueron y las que son y las que pretenden ser a pesar de la maternidad. Me pregunto qué rincón propio les pertenece estos días. Qué baluarte de la intimidad. Porque me temo que ninguno. Y, aunque quieran a sus hijos e hijas, las madres también se cansan, se desesperan y se hartan.
Me pregunto quiénes cuidan de las madres detrás de las ventanas. Quiénes sostienen sus miedos interiores y exteriores. Quiénes escuchan el ruido de sus incertidumbres cuando todo lo ocupa el ruido doméstico. Me pregunto cómo se puede teletrabajar cuando tienes la responsabilidad de procurar la vida. Plurimempleada menos cuando duermes y cagas. Cómo te concentras cuando estás tan lejos de ti misma. Siempre pendiente de lo que necesitan los demás. Me pregunto si los padres estos días están cumpliendo con su parte del trato vital. En estricta y solemne igualdad. Sin escaqueos, sin excusas, sin es que yo no sé, sin en qué puedo ayudar. Porque no se ayuda: se hace lo que te toca. Menos mancuernas y más bayetas.
Me pregunto si las mujeres tienen lugares para jugar al escondite con las madres que son. Si se deslizan debajo de las camas de sus hijos. Y ríen o lloran o se hacen un dedo o se fuman un piti o leen el Hola o se ponen tapones en los oídos o tontean un poco por Instagram o se cagan en todo o gritan o cierran los ojos y recuerdan cuando eran niñas y querían de mayores viajar al extranjero y enamorarse seis veces en una semana. Me gustaría pensar que sí. Que hay un refugio al margen de lo que deben hacer. Para volver a ser.”
