Eres madre

Vivir con una enfermedad crónica no visible es de lo más duro. Por dentro, tu cabeza está a punto de explotar, o sientes una espada como clavada o algún enano dándote martillazos… Hay días que hasta lavarte el pelo o peinarte duele. O vas en zapatillas porque no soportas ni el ruido de tus propios zapatos… O vas esquivando lugares o gente por los olores o las luces… Pero eres madre. Y tus hijas son lo más importante. Te da igual que por dentro te estés medio muriendo, o que los ruidos te estén machacando, o tengas que controlar tus ganas de pegar a alguien simplemente porque hace ruido… Y te tomas lo que haga falta. Y luchas contra tu bestia porque ellas sean felices. Porque vivan la fiesta navideña con sus compis o la fiesta del Barrio porque puedan abrazar a Papá Noel… Y con una sonrisa… aunque tu alma lloré y sólo quiera meterse en la cama y aislarse de todo… pero eres madre.

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