Mi reflexión de hoy sé que no es de un tema muy agradable, pero nos guste o no la muerte es parte de la vida y como con todo tenemos que hablar con naturalidad de ella a l@s niñ@s.
No hace mucho me he tenido que enfrentar a ello. Mi hija mayor siempre ha sabido que tuvo una melliza y murió.
Nunca he creído que fuera bueno ni justo negarlo. Hay días que lloró o me siento triste… Y ella no es tonta.
Cuando se va un ser querido es muy duro y no es facil asumir y gestionar las emociones. A los niñ@s tambien les pasa lo mismo y es importante ayudarles gestionar “correctamente” el trance y el duelo, porque si no la herida puede ser importante en su futuro.
Y muchas veces el no hablar de ello o contar cuentecitos, lo único que generan es más incertidumbre y dolor en el niño.