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Conociendo el Duero por Zamora

Os propongo conocer el Duero por Zamora.

No sé vosotros, pero a mi últimamente lo que más me apetece es estar en la naturaleza. Mi cuerpo y sobre todo mi mente necesita espacios abiertos al aire libre. Espacios donde uno pueda reencontrarse consigo mismo, donde desconectar de todo, donde sentirse libre y seguro.

Supongo que cuando uno no se siente bien del todo a nivel emocional, debe buscar esos sitios donde hagan que se vuelva a soñar. Además que últimamente como mejor estoy es de pie, porque sentada lo paso un poco mal, pero bueno… Y si algo tengo cada vez más claro, es que sólo quiero dejar recuerdos de momentos a mis hijas pues nunca se sabe lo que pueda pasar.

Aprovechando el tiempo y que ya se puede salir de la provincia, decidimos pasar el día por la comarca del Sayago (Zamora). Una zona que no pilla nada lejos de Valladolid (hora y media).

Debo decir, que creíamos que iba a estar menos lleno de gente… pero últimamente parece que todo el mundo busca espacios abiertos.

Como sabéis los que me conocéis, nos fascinan las cascadas. Así que tenemos unas cuantas guardadas pendientes de conocer… y en esta ocasión nos decidimos por una de ellas… os venís a conocer el Duero por Zamora?

Cascada de las Pilas

Se encuentra en la población de Almaraz de Duero (Zamora), a unos 18 km de Zamora. Llegar desde Valladolid es prácticamente un paseo.

Almaraz pertenece a la comarca conocida como Tierra del Pan. Cuenta con un puñado de ruinas que pertenecieron a antiguas explotaciones mineras de los que buscaron en el siglo XIX y XX estaño, como ya hicieran los romanos unos dos mil años antes.

Tenéis que entrar en el pueblo, pasada la plaza Mayor (donde está la iglesia) si seguís de frente, veréis un parque y luego una fuente, pues de allí parte el camino.

En nuestro caso dejamos el coche en la Plaza porque queríamos “estirar” las piernas y disfrutar de la naturaleza, pero se puede ir con el coche por el camino hasta casi la Cascada. Si bien, debo decir que personalmente me parece un error. Si uno va al campo, va a andar… pero es mi opinión. Además el trasiego de coches, desvirtúa el paisaje bastante.

 

Aviso! El camino no es muy apto para ir con sillas de niño y si son niños pequeños, quizás mejor dejar el coche más cerca porque hay alguna que otra cuesta.

Os dejo el enlace por si os queréis descargar el folleto del Ayuntamiento con las diferentes rutas que se pueden hacer en el término municipal.

Para llegar a la Cascada, tendréis que bajar hacia el río (es todo el tiempo recto). El paisaje desde allí es precioso!

Tras un recodo en el camino, veréis unas edificaciones en ruina pertenecientes a un antiguo poblado minero, de hecho para llegar a la Cascada, se atraviesa una de las casas…

Y allí encontraréis la Cascada de las Pilas encajonada entre las piedras!

Se puede bordear por la derecha, y trepando ayudados por una cuerda acceder a la parte superior para ver la Cascada desde arriba y ver el túnel excavado en la piedra que se puede recorrer (recomendable llevar una linterna).

En nuestro caso, sólo trepo el padre. Personalmente no me encuentro muy bien físicamente y menos con tanta gente. El túnel era impracticable pues estaba lleno de agua!

Pero con estas vistas, tampoco es que se estuviera mal.

el Duero por Zamora

Subimos de nuevo a Almaraz, donde tienen un parque a la entrada en el cual improvisamos un picnic para recuperar fuerzas. No cuenta con mesas, sólo bancos, pero había bastante gente con mantas e incluso mesas de picnic.

Tras un rato de juego para las peques y de un café para los padres en el bar del pueblo, nos pusimos en ruta hacia el sur, casi a Portugal.

Mirador de las Barrancas

Hay que ir hasta Fariza, y allí buscar el camino que lleva a la Ermita del Castillo. En este caso, si recomiendo ir en coche pues hay un tramo, pero depende de lo andarines que seáis. Además cuenta con un parking muy bien preparado.

La ermita no es que esté donde hubiera habido un castillo, sino seguramente fuera un castro.

Junto a unos paneles, se toma el camino de unos 500 metros que nos llevará a nuestro destino… el mirador de las Barrancas. Está en un entorno idílico! Se ven pequeñas cascadas en un lateral y de frente el Duero… inconmensurable.

Os recomiendo que tras deleitaros del paisaje, al volver a la zona de la ermita, os divirtáis con la búsqueda de las diversas tallas en las piedras que hay en el muro y que simbolizan el paso de las civilizaciones y culturas por la zona. Las peques se lo pasaron genial.

Una escapada maravillosa para realizar en familia, llena de paisajes para disfrutar con calma y de una historia desconocida de esa España rural que personalmente me fascina…

Volveremos al Sayago sin duda.

 

 

 

 

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