“Por todas las veces que las expectativas de la maternidad te sobrepasan. Por ese día que estabas tan cansada que no bañaste a tu bebé. Porque deseabas un rato de paz y le pusiste la tele. Porque estabas tan estresada que le gritaste. Porque a veces la lucha por llevar una crianza respetuosa sientes que es demasiado difícil Por esconderte en el baño cada vez que sientes que ya no puedes más. Porque no te informaste a tiempo de todo. Porque sientes que que no lo estás haciendo bien. Por olvidar cepillar sus dientes Porque le diste de cenar cereal para evitarte la fatiga de cocinar. Porque te hiciste la dormida cuando tu hijo despertó Porque has llorado a la par de el/ella. Perdónate porque: Es válido estar cansada a veces
Porque te esfuerzas por cada día por ser mejor
Porque sabes corregir cuando te equivocas
Porque sigues aunque no es fácil
Porque amas a esa personita que llena de caos tu vida
Porque sabes que la perfección no existe Las madres reales así son
Las madres perfectas no existen” Fuente: Creciendo en Libertad.
Ilustración original: @o_trocatintas