La Navidad llegó! Nuestro elfo navideño llegó ayer! Si si, en casa el tema de la Navidad es toda una locura… soy así, ¡qué se le va a hacer!
La Navidad pasada
Desde muy pequeña me encanta la Navidad, la recuerdo como una época de ilusión, de inocencia… de creer en que todo es posible. Sé que soy una ilusa, anda que no me he llevado y llevo tortas por ello. Pero al fin y al cabo, de ilusión se vive y me niego a pensar que hay que darlo todo por perdido…
Siempre recordaré las navidades de mi infancia en mi querido pueblito Luzón. Nos juntábamos los pocos niños que había, que no teníamos porque ser muy amigos, pero daba igual, e íbamos a cantar por las casas a pedir el aguinaldo… y luego parte de ese dinero lo poníamos en común para merendar chocolate caliente con bizcochos en la casa de alguno…
O cuando iba a casa de Ambrosio y Milagros a por cebada a por los camellos de los Reyes, yo iba entusiasmada pero creo que a ellos todavía les hacía mucha más ilusión y esperaban mi llegada con alegría, por ver mi inocencia! Me invitaban a merendar y jugábamos un rato… porque es lo curioso de los pueblos, dan igual las diferencias de edad…
O cuando el día de Nochebuena, se iba a buscar leña por las casas o donde nos dijeran para hacer una hoguera en mitad de la plaza, y calentarnos todos cantando villancicos después de la Misa del Gallo. Daba igual si eras más o menos amigo, si eras o no familia… todos compartían ese momento. Por un rato, todo era posible!
La Navidad
Porque para mí eso es la Navidad, pensar que todo es posible… Que nuestros sueños de niño, nuestra inocencia libre de prejuicios y malos rollos puede brillar por encima de todo!
Y lo siento, pero me niego a pensar lo contrario… porque en ese caso, la humanidad tiene un futuro muy muy triste.
Si eres de los que crees que las Navidades eran mejores que las de antes, y ya no tienes ilusión. ¿En serio? No crees que la gente que te precedió a ti, también tenía sus pérdidas, malos rollos, problemas… y aún así hacía todo lo posible porque la Navidad fuera especial para ti… Porque esta Navidad de hoy, será la navidad que recuerdes en el futuro… Intenta que sea bonita.
No te digo que súper especial, simplemente bonita. Busca algo que te gustase de aquellas navidades que añoras que puedas hacer, y trata de hacerlo… Porque la ilusión y la magia vive en cada uno, si no la cuidas, muere!
No dejes morir tu magia…
La Navidad llegó
Haz todo lo posible porque estos días sean especiales, puede que no sean todo lo alegres que te gustarían. Eso lo entiendo perfectamente!
En mi caso, tengo grandes ausencias… demasiado grandes! Pero precisamente por ellos, por mis padres, creo que debo y merezco que estas fechas sean especiales. No sólo porque tengo dos hijas pequeñas, sino por mí.
La vida es muy corta. Vive cada momento como si fuera el último!
Venga, haz un esfuerzo por disfrutar estos días. Te dejo unas ideas:
- Escribe un wasap a tu gente. Aunque te aseguro que si les mandarás una cartita eso ya si que sería la leche! Anda que no hace ilusión abrir el buzón y ver una carta que no sea del banco o del médico… Lo que daría por ver la cara de quien las recibe!
- Queda con alguien que sea especial para ti. Puede que haya pasado mucho tiempo que no lo veas, pero y qué? Aprovecha lo de la excusa navideña para recuperar contactos que por algún motivo se perdieron y echas de menos… Si realmente son amigos de verdad, fijo que ese reencuentro hará que haya muchas más quedadas.
- Permítete un capricho. Si tal cual. Está genial pedir regalitos para los demás, pero muchas veces nos olvidamos que a la persona que más debemos querer y valorar es a la que vemos delante del espejo… así que por una vez, pide un regalo para ti que te haga especialmente ilusión. Quizás no sea carísimo pero puede que sea ese que precisamente nadie sepa la ilusión que te hace.
- Sonríe… sonríe mucho! Y trata de hablarte con cariño.
Ojalá que esto sirva para que si alguno leéis esto lo apliquéis, me haría tanta ilusión! Si fuese así… te importaría contármelo, por favor??? Aunque sólo sea, lo hice.
Gracias por leerme… necesitaba soltarlo
