No soy partidaria de los consejos, pero desde que soy madre me he dado cuenta todo lo que se juzga y crítica… y lo más triste, es que solemos ser las propias mujeres! Cría a TU hijo, como tu quieras, puedas o decidas. Muchas veces no harás lo que quieres o sabes que deberías hacer…. ser madre no es fácil, a veces se sobrevive, no te sientas culpable NUNCA por ello. Eres su madre, nadie buscará ni deseará lo mejor para tu retoño… así que fuera culpas y a disfrutar!!! Aquí os dejo una reflexión antes de dormir….
- Dale a tu hijo el mejor nacimiento que puedas. No el que quiera el sistema, el que tu quieras. Y lucha para darle la mejor bienvenida. Nacerá una sola vez en la vida, y merece ser una fiesta. Lucha contra la violencia obstetricia.
- Tomará teta hasta que tengan y tengas tu ganas. Nunca será mucho. Un día, aunque no hagas nada, el solito se destetará, lo prometo. Y si no le das pecho porque no quieres o no puedes, no pasa nada!!! Eres su madre igual.
- Da igual si sigues la línea Pikler, Montessori, Waldorf o le llevas a un colegio que te quede cerca. Funcionará aquello en lo que creas, de lo cual estés convencido, y que le transmitas con amor. Todas las teorías tienen algo que sirve y algo que no. Coge de cada una lo que mejor te suene y respeta el resto con lo que no estés de acuerdo.
- La teta, el biberón, los pañales, el chupete… los dejan cuando están maduros. Ese día llega. Apurar ese proceso sólo complica las cosas y frustra a los papás y a los hijos. Pero si decides que ha llegado el momento, adelante, a por ello!
- Duerme con él si te gusta, y si él quiere. No te pierdas esa experiencia que dura tan poquito. No hay ni un solo estudio que diga que por eso serán dependientes, o perversos, o que les hace daño. Ni uno solo. Cuando estén listos, se irán de la cama de mamá y papá y no habrá forma de hacerlos volver. Pero si no quieres, perfecto, no lo estás abandonando o queriendo menos!
- No te molestes en enseñarle con palabras, hará muy poco de lo que le digas, pero en cambio repetirá todo lo que te vean hacer. Sobre todo las cosas que no quieras que imite, se un buen ejemplo. Si quieres que tu hijo sea sociable, invitá a tus amigos a casa. Si quieres hijos deportistas, haz deporte. Si quieres que sea feliz, se feliz. No le digas cómo tiene que hacerlo: muestráselo!
- Tu hijo escucha y ve todo. Lo sabe todo. Si estás triste, compartelo con ellos, no sirve de nada ocultarles la verdad: las mascotas mueren, los abuelos enferman, el dinero a veces no alcanza y los adultos discutimos mucho. Y ellos viven contigo. Lo sienten y lo saben, aunque sean pequeños y no puedan ponerlo en palabras.
- Un día tendrán ganas de comer con los cubiertos, de sentarse correctamente a la mesa, de terminar todo el plato. Hasta entonces, comerán con las manos, ensuciarán alrededor, se levantarán muchas veces y dejarán comida. Comer no es una lucha ni es necesario distraerlos con avioncitos. Cuando un niño tiene hambre, come. Y cuando estar en la mesa es interesante, y ellos están maduros, se quedan sentados. Hasta entonces, bocaditos pequeños que puedan tomar con sus propias manos y permitirles deambular funciona de maravillas.
- Mucho, muchísimo antes de que estés listo, él querrá volar por sí solo. La infancia no dura para siempre, la adolescencia tampoco. NO TE PIERDAS NI UN SOLO MOMENTO DE SU VIDA. Ya tendrás tiempo para salir nuevamente en pareja, para volver al cine y para hacer ese curso los fines de semana. Muy pronto él hará su vida, y volverás a tener tiempo para todo lo que hoy te parece importantísimo.
Nada es tan importante. Tener hijos es un regalo. Criarlos es un privilegio que tenemos durante un puñado de años. No es necesario hacerlo tan solemne: divertíte, tirate al piso con ellos, y no te pierdas ni un minuto de sus vidas. Ojalá estés presente en cada recuerdo de tus hijos. Depende solamente de ti!!!