Desde ayer llevó con un nudo en la boca del estómago… no encuentro las palabras ni las ganas para pensar. Creo que como la mayoría de los españoles.
Pero más allá del drama, del morbo, la rabia, la impotencia, la pena… Sinceramente creo que todos estos varapalos deberían hacernos replantearnos qué narices está pasando!
Está claro que algo está fallando, por mucho que haya quien lo quiera negar. No se trata de si es hombre, mujer… son seres humanos incapaces de sentir. No, no son monstruos.
Siempre recordaré un libro en la universidad sobre la maldad. Los intentos durante siglos en buscar causas como la fealdad, la historia familiar… que pudieran justificar la maldad. Pero es que por duro que parezca, no siempre hay algo que lo justifique.
Los monstruos existen si. Pero son de carne y hueso. Y lo mejor que podemos hacer para luchar contra ellos, es educar.
Hoy lo he hablado con alguien con muchísima experiencia en la educación, y he leído bastantes reflexiones… Vivimos en una sociedad donde cada vez hay menos valores. Donde se prima la competitividad a la empatía. Donde cada vez hay más peques que no saben gestionar para nada su frustración…
Quizás si entre todos pusiéramos nuestro granito de arena. Si valorásemos más valores como la empatía o el compañerismo. Si no se premiará la competitividad.
Como madre de dos niñas trataré de inculcarlas que por sí mismas pueden ser felices, que su felicidad no depende de tener o no a nadie al lado. Pero también saben que hay hombres maravillosos como su padre, abuelos… y que deben respetarlos igual que ellas deben hacerse respetar.
Porque no, nos equivoquemos. No es una lucha entre hombres y mujeres. Es una lucha de personas buenas contra criminales.
#DescansenEnPaz