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Me llamo Yolanda y soy Doula.

Buenas noches! Hoy queremos compartir una entrada muy especial y que nos hace especialmente ilusión. Ayer os hablamos de Yolanda, de Mama Tribu. Una persona muy especial y con la que he aprendido mucho… gracias a ella mi concepto sobre un tema tan polémico como las Doulas, ha cambiado radicalmente… lamentablemente el reportaje de Cuatro hizo mucho daño a las Doulas y el desconocimiento más… Por eso, cuando la propuse colaborar con el blog, tenía muy claro de que quería que hablará, porque creo que al igual que yo, la mayoría de las personas tenemos un concepto totalmente erróneo sobre ese mundo… y creo que en muchos casos y situaciones, tener una Doula al lado, haría llevar el embarazo y post parto de una forma muy muy diferente… y si es con Yolanda más aún, porque transmite tanta paz…

 

Me llamo Yolanda y soy Doula.

Quién me conozca dirá, pero si estás en plena formación aún…
Es cierto, pero ser Doula es un sentimiento. Es una llamada que sale del alma.

Es nuestra sociedad actual hay cierto temor y desconocimiento sobre nosotras. Quizás ese desconocimiento hace que un halo oscuro nos persiga.

Pero las Doulas no son nada nuevo, existieron siempre. Nunca hubo un diploma que las acreditara y no por eso eran menos comprometidas con su labor.

Un papel, un título, no puede certificar lo que siento en mi interior cuando realizo un acompañamiento.

No trabajo de Doula, soy Doula, tal como dice Laia Vallet en un precioso escrito.

Los profesionales, médicos, comadronas, se pasan años formándose para asistir partos, porque ese es su trabajo, no el mío. Las Doulas tenemos muy claro cuál es nuestro sitio y en ningún momento entramos en la invasión del trabajo de la matrona porque no somos personal sanitario. Nosotras lo tenemos claro.


Por eso disponemos de un decálogo en el que amparamos nuestra labor de acompañamiento.

En él se ve claramente nuestra función. La Doula ofrece apoyo emocional y ayuda a vivir el embarazo, parto y post parto de forma consciente.

Aportamos información para que la mamá y/o pareja puedan aclarar sus dudas y así tomar decisiones.

Apoyamos a cada madre, sabiendo que cada una es distinta, y la acompañamos en el camino según sus circunstancias y necesidades, respetando en todo momento sus deseos.

Proporcionamos a la madre seguridad y confianza. Y nos mostramos respetuosas tanto con las mujeres como con sus parejas cuando los acompañamos.

La labor de acompañar es tan amplia que abarca el conversar, escuchar, proponer posiciones para aliviar el dolor de parto, masajear, acomodar, cuidar, alentar, acoger las risas y llantos de la mamá, etc.

“La Doula hace aquello que nadie más hace. Sea por ansiedad, por no estar enfocado solo en la mujer, por no saber que hacer. Y cuando todos alrededor de ella están tensos, la Doula mira en lo profundo de los ojos de aquella mujer, y sonríe. Y la contiene. En su dolor y amor. En su grandeza y flaqueza. En sus sueños y expectativas.”

Soy Doula y, serlo, me sale del corazón.

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